domingo, 7 de marzo de 2010

Camarón y llave de oro del cante

Al hilo de la anterior entrada no quiero pasar por alto la existencia de los premios de la llave del oro del cante, se trata de un prestigioso premio tan solo otorgado a las voces más privilegiadas y puras de la historia del flamenco.

Se trata de la distinción más purista dentro del mundo del flamenco, los concede una organización nacida en Málaga destinada a defender los orígenes e identidad del flamenco y velar por el purismo dentro del arte. Cinco han sido los cantaores a lo largo de la historia que han sido galardonados: Tomás El Nitri, Manuel Vallejo, Antonio Mairena, El Camarón de la Isla y, en espera de recibirla Fosforito.

Me llama sobremanera la atención ver el nombre de Camarón de la Isla entre estos virtuosos del cante por derecho, resulta del todo incoherente que una entidad que lucha por mantener la esencia del arte alejándose de los populismos haya otorgado esta distinción a un artista cuyo principal mérito fue innovar el flamenco para acercarlo al gran público, dando origen a lo que hoy conocemos como nuevo flamenco que tantas heridas ha hecho y debates ha suscitado en el mundillo puro del arte.

Resulta ininteligible que un cantaor que insertó nuevos sonidos, con nuevos instrumentos y sones de países tropicales y africanos mezclando el flamenco reciba un galardón que lo que esta premiando es el purismo, lo único que esto demuestra es que ni tan siquiera desde los puntos más puros han sabido mantenerse en su sitio ya que se han dejado llevar por la popularidad del artista y la eterna manía de hacer grande al artista muerto para convertirlo en mito colgándole una medalla sin mérito para ello.

Con esto no quiero que parezca que estoy en contra del arte de Camarón, considero que ha hecho mucho bien al arte y lo ha innovado, le ha dado vida, la vida que necesitaba para seguir existiendo, lo despertó de su letargo, lo lanzó a la sociedad a la continuidad a la vida eterna y con ello a su propia eternidad personal, pero no transmitió ese flamenco por el que se vela desde el significado de la llave del oro del cante, sino que ha creado una nueva música, un nuevo estilo. Este artista merece todas las distinciones que se puedan imaginar, pero nunca la que lleva por excelencia inscrita el mas íntimo purismo del arte.

Carta de Presentación

Este blog estará dedicado íntegramente al flamenco, a este arte tan nacional que, en ocasiones, tanto degradamos los propios españoles por temor a ser identificados de manera internacional con etiquetas equivocadas acerca de la identidad de nuestro país.

Para poder entenderlo lo primero que se necesita es conocerlo y, sobre todo, gozar de cierto criterio para atreverse a juzgarlo, la intención es clara: transmitir este arte como saber y acercar las vivencias flamencas para lograr una visión distinta a la actual acerca del flamenco.

Por ello mi deseo es dedicar esta primera entrada a una pequeña introducción acerca del nacimiento de esta música, hecha cultura y seña de identidad. Es necesario saber que nace como una manera de expresar el sentir y sufrir de un pueblo, de transmitir de padres a hijos las tradiciones, siempre en círculos muy reducidos e íntimos, no es un arte para auditorio sino creado para la intimidad personal con barreras infranqueables para aquellas personas ajenas a éste. Nace en la baja Andalucía en el triángulo geográfico formado entre Cádiz, Jerez de la Frontera y Sevilla (Triana). No hay consenso con el nombre adquirido pero la teoría con la que yo me quedo es la de que su nombre proviene de “fellah mengus” que traducido al castellano es equivalente a decir “campesino errante”, es un arte del pueblo, de las clases bajas y por ello cobra fuerza esta teoría. El flamenco es el resultado del grito de desesperación de campesinos y gente de campo significa la evasión a sus problemas.

El flamenco es el resultado de la conciencia social del hombre y su realidad histórico social en el momento.

La evolución e innovación en los sonidos flamencos, su profesionalización y el segumiento popular han hecho que, hoy día, sea un arte que en ocasiones pueda considerarse de masas con grana fluencia de público a los recitales pero este factor ha dado lugar a contínuos debates acerca del purismo o no, o del flamenco por derecho o el “cante por el cante” o, como otros piensan: “el cante por el taco” la mercantilización de los sentimientos y la pérdida de toda esencia.